Tahine

hacerlo en casa es una estupidez total: sólo necesitás semillas de sésamo, que podés tostar o no, y una procesadora. Procesás, procesás, procesás, y cuando pensás que ya no puede desintegrarse más el sésamo y el polvillo se empieza a depositar en el fondo de la procesadora, ¡magia! empieza a transformarse solito en una crema densa. Si lo querés aligerar podés agregar agua, pero yo lo dejaría compacto como para poder usarlo después de distintas maneras.

Comentarios